miércoles, julio 05, 2006

El cielo de Madrid tiene fama por los cuadros de Velázquez, pero en este caso no son cielos velazqueños los que me suelo encontrar cuando voy a hacer entrevistas o ruedas de prensa en pisos altos de edificios. Me gusta mirar por las ventanas y, si se puede, hacer algunas fotografías de los tejados y las terrazas. No es que me gustes especialmente, son un caos de colores ocres y blancuzcos, ladrillo o teja y suelos que parecen encalados pero en realidad están pintados o barnizados para las humedades. Hoy se me ha ocurrido poner unas cuantas de esas vistas, además de esa claraboya curiosa que parece un Mondrian vista desde abajo.











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