Hoy he visitado exposiciones en el Botánico y el Retiro. La primera con vídeos como el de la foto, montajes ingeniosos como una habitación hecha de punto, una mesa llena de copas con cuachara y cosas así es variada de intentos y confusa de resultados artísticos; la segunda con fotos de aficionado y cuadros hiperrealistas, mediocre y anticuada. Y no digo más porque no quiero enemistarme con nadie. Empieza el tiempo de las muchas artes por todas partes de Madrid, desde la Casa Encendida y el Palacio de congresos de Castellana hasta el próximo Arco y su correspondiente Flecha. Ya veremos cuantas chorradas nos depara este año con Ñ.