viernes, enero 04, 2008


No sé que tal les irá a los ciegos con esas malditas aceras de puntos que sobresalen, pues para ellos están inventadas, pero a mi y a otras personas con dolor en la planta de los pies son molestísimas. Tengo que evitarlas porque son una tortura al clavarse en la zona dolorida. Yo no tengo nada contra las medidas de ayuda para discapacitados, pero me da la impresión de que como los pitiditos de los semáforos y la repetición constante de estaciones en el metro, que a veces yendo en otra línea se desboca y te sueltan la lista de los reyes godos como si fueras a hacer turismo por las afueras: ¡próxima estación: Vallecas, ...Miguel Hernández,... Congosto,... etc! y con ritmo oxidado como una cinta casetera enredada. Recuerdo que, cuando lo pusieron en algunas líneas de bus, te lo soltaban hasta con puntos de abreviaturas, como por ejemplo: Hnos-punto-g-punto-noblejas con L-punto caballero, que resalté entonces también por la unión vocal de dos enemigos: puesto que los dichosos hermanos eran falangistas y el otro dirigente socialista y republicano del gobierno de España. Lo cierto es que las subvenciones y buenrollismo respecto a las personas con dificultades ha llevado a un montón de estupideces y esos suelos con relieves molestos a muchos nos van a hacer pedir también "un poquito de por favor..." O como esos suelos de goma roja y amarilla que hay en los andenes de Metro, ya despegados muchos resultan un peligro de tropezón y los carteles de discapacitados en lugares a los que no pueden acceder porque no hay ascensor para sus sillas rodantes.

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