Tres exposiciones abiertas esta semana en Madrid que he visitado y quiero recomendar: dos que encantarán a los argentinos: la del fotógrafo Coppola, que estuvo ligado a la Bauhaus de Berlín, en la Telefónica (años 30 y alrededores por una cosmopolita Buenos Aires) y la del editor Mario Muchnick, que nos muestra un viaje por la Argentina de los 70 en plena dictadura, algo que apenas se nota en sus imágenes rurales o de los barrios bonaerenses, en la Casa de América, y con curiosas anécdotas que nos cuenta el folleto que dan a la entrada como la de los milicos conscriptos de Jujuy y la del siniestro Ingenio Ledesma en Libertador, donde un tal Kairuz, policía a sueldo de la familia Blaquier, por el día entrenaba el equipo de futbol del Atlético y por las noches torturaba y hacía desaparecer a trabajadores del mismo: un asesino que vivió tranquilamente en Buenos Aires hasta al menos 2005, nos dice MM (ambas en blanco y negro clásico).
Y, en el Instituto Cervantes, el barroco escritor cubano Severo Sarduy, acerca de sus viajes y libros orientalistas, con las fotos que hacía su compañero y fotógrafo François Wahl cuando viajaban por esos países, además de objetos, correspondencia vídeos y ediciones.
Y quiero añadir ahora que las fotos de familiares de presos cubanos de la Primavera de 2003 que he puesto varias veces sin nombrar a su autor son de Alexandr Polo.La última lo hice con motivo de recomendar una valiente página web de disidencia pacífica que se enfrenta con la palabra a la "Brigada de Respuesta Cibernética" de la burocracia cubana que trata de colapsar y censurar aquello que se opone a su "utopía impuesta", cosas como que las calificaciones escolares no son ya lo que sirve para pasar a estudios superiores, sino unas inquietantes normas recientes que pretenden garantizar la "disciplina" y el uso del uniforme pioneril o la participación en actividades "político-patrióticas del régimen" "desdecuba/generaciony". Ahora ha sido premiada con el Ortega y Gasset de periodismo pero Yoani Sánchez sigue erre que erre, o mejor "y que y", con su esfuerzo de libertad expresiva. Enhorabuena.
Que lo disfruten.