viernes, diciembre 26, 2008

Seguro que todos ustedes han leído alguna vez esos anuncios por palabras en periódicos "serios", algunos muy cristianos como ABC o La Razón y otros muy antimaltrato de género y trata de personas que, sin embargo, se sacan una pasta con la prostitución (lo que en lenguaje normal se llama proxenetismo y en el vulgar ser unos "macarras" o "chulo-putas"). Son perfectamente conscientes de que la mayoría de las "chicas chinas, orientales o de Hong-kong" de supuestos 18 años según sus anuncios, las "nuevas zorritas", estudiantes universitarias , modelos de TV "garantizado pero con discreción", las "ofertas de navidad en el barrio Salamanca, que son sados y especialistas en griego" las "Mamaditas profundas, muy viciosas con lluvia, arnés y se tragan todo", las morbosas, viciosas y calientes, o esa nena que recibe en uniforme de colegio y sin braguitas y todas las demás y los travestis y demás que describen con obsceno lujo de detalles por entre 30 y 200 euros las posibilidades en pisos del centro o chalés, son esclavas de mafias que las torturan y explotan, les quitan los pasaportes (porque la mayoría son extranjeras traídas con engaño u obligadas aquí) y las apalizan y violan sistemáticamente chulos que se quedan con su dinero pero les hacen pagar los gastos de viaje o de su cárcel. Pero los benditos periódicos (salvo Público que dice bien claro NO SACA ANUNCIOS DE PROSTITUCIÓN, Y Metro) chulean a esas posibles menores o mayores que se prostituyen mientras en otas páginas del mismo día publican noticias sobre desmantelamiento de redes de trata de esclavas.
Algún día el sexo dejará de verse como algo pecaminoso, morboso, secreto, dejará de generar represión infantil y abusos, de ser patrimonio masculino en libertad y para la denigración de las mujeres que lo hacen libres, dejará de ser un comercio que se salda con prostitución o bodas que aseguren la jodienda a los pacatos en respeto de leyes eclesiales que no naturales, ese asunto al que todos los clérigos de todas las religiones se aferran para reprimir los instintos infantiles y manejar el miedo como instrumento de poder. Algún día el sexo será, como en esas novelas suecas del escritor recientemente fallecido Stieg Larsson, sobre un periodista que en la segunda (la chica que soñaba con una cerrilla y un bidón de gasolina) ataca precisamente a esas mafias en su país, algo que hacen las personas adultas de forma mutuamente consentida, no por dinero como si culquiera de los dos fuera mercancía, y por puro placer, sin necesidad, aunque cualquiera es libre de tenerlos, de compromisos ni de por vida ni de fidelidad siquiera. El sexo es algo natural que los humanos deberíamos sacar ya, como la gastronomía que también tiene sus riesgos pero ya nadie habla de gula como pecado merecedor de castigo y ocultación sino que se presume de comer bien, del rincón del misterio y ponerlo a enseñar en los institutos para que los jóvenes disfruten sin cometer los errores de embarazos no deseados o enfermedades chungas, y sin dejar por ello de perseguir a los violadores, a los abusadores de menores, a los proxenetas de burdel, carretera o papel de periódico para que pasarlo bien con otra persona no se convierta en un drama ni en una explotación brutal y canallesca. Lo demás son puritanismos hipócritas los mantengan las iglesias con sus rollos represivos o la sociedad civil con tanto aprovechamiento encubierto de la esclavitud de personas para que otros puedan joderlas impunemente (y en este caso lo de joder tiene el doble sentido de follar y de fastidiar gravemente al hacerse con la dominación y la violencia activa o pasiva).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo también había reflexionado sobre este tema a raiz de un artículo que lei, ya hace tiempo, no recuerdo de quien era, pero más a menos venía a decir, que algunos periódicos en sus editoriales muchas veces hablaban de derechos humanos y en las paginas siguientes publicaban anuncios como los que nombras.
He criticado en varias ocasiones esta incoherencia, pero he seguido comprando y leyendo "El País" y "Público" los fines de semana. El resto de diarios en formato papel, muy pocas veces tengo ocasión de leerlos. Así que ya es el momento de dar un paso más y sintiéndolo mucho por Forges, Peridis, Romeu, El Roto, Ruth Toledano, Rosa Montero, Almudena Grandes, Maruja Torres, entre otros, a partir de ahora leeré sólo "Público" y si algún día dejan de publicar esos anuncios, yo volveré.
Un saludo.

Unknown dijo...

El mundo se mueve con dinero y publicidad, los periodicos no iban a ser menos. Solo venden noticias que impactan, manipulan actitudes, politizan en secreto... la vsan cerebros y de paso se financian todavía más con este tipo de mensajes.