lunes, febrero 23, 2009


Hoy es 23-F, una fecha terrorífica para quienes vivíamos entonces en España y habíamos pasado malamente, pero por fin, una dictadura militar criminal en cuyos estertores el sádico cabrón tuvo el lujo de morir matando a varios antifranquistas por fusilamiento y garrote vil. Pero aquel día de 1.981 rememoramos con pavor lo que se nos venía encima, al ver al fascista de Tejero pistola en mano diciendo "Quieto todo el mundo... se sienten, coño" y liándose a tiros en pleno congreso de los Diputados durante la sesión de investidura del sucesor de Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo-Sotelo, como todo el mundo está recordando con unas edulcoradas escenitas de telenovela política que dan risa a quienes íbamos por lo pedrestre y tuvimos que clandestinizarnos ipsofacto después de atascar el retrete de casa con los escritos y empezar a buscar un refugio para los siguientes días con mi mujer y mi hijo pequeño (que habíamos tenido a propósito una vez muerto Franco porque no queríamos que viviera bajo una dictadura militar que ahora se nos volvía a venir encima de repente). Pues bien, hoy han estado varios ex-militares depurados entonces por pertenecer a la Unión Militar Democrática haciendo un homenaje al ejército actual cuyos valores tanto han cambiado desde entonces, incluso para quienes somos antimilitaristas (mi hijo Hugo fue años después Objetor de conciencia, para no tener que tragarse la vida absurda de los cuarteles como me había tocado a mi y justo cuando el almirante Carrero Blanco subió a los tejados por obra y gracia de una bomba). Pues, volviendo al asunto de hoy, se han reunido para leer un comunicado junto al director de la Fundación de los Abogados de Atocha (otro día fatal en mis recuerdos, aunque llevara a unas movilizaciones ciudadanas tan impresionantes que hicieron temblar a los dudosos durante el entierro: las historias personales me llevan en ese caso al cine Universal, en el que hube de refugiarme de las cargas policiales que cortaron la manifestación en Manuel Becerra y tuve que ver dos veces la película de James Dean "Rebelde sin Causa" hasta que los polis y secretas se cansaron de pedir el carné a todos los que salían del cine y pude escapar del tostón). Hoy la escena de ellos posando con una joven pareja refocilando alegremente en la hierba era tan distinta que he sentido la alegría de vivir que entonces no veía por ninguna parte.

No hay comentarios: