miércoles, julio 15, 2009











Hacía mucho que no me pasaba por la zona de Castellana de las 4 torres. Ya están 3 terminadas y la otra casi. con su frialdad habitual de rascacielos hipermodernos... Por cierto, me cuenta un compañero que estuvo en una de las torres hace unos días (no quiero ni saber cual es porque me da el ataque de rabia al escuchar el asunto) cuando estaba haciendo fotos de unos halcones que tenían se le ocurrió ir a hacer una foto desde la ventana: una vista de Madrid, claro. Y los de seguridad se le echaron encima prohibiéndole tomar imágenes con el argumento de que "¡todas las vistas desde esa planta y con todos los ángulos posibles, están registradas y nadie que no pague los derechos puede sacarlas!". Tamaña estupidez sólo puede estar en boca de un abogaducho o un comerciante de mierda descerebrado. ¿cómo es posible que las vistas de nuestra ciudad se puedan prohibir? ¿A quién que no sea un imbécil integral se le puede ocurrir que los fotógrafos o camarógrafos con una horizonte espléndido o un paisaje (o paisanaje) ante sus ojos se les puede poner puertas al campo visual y negarlos disparar su imaginación con la técnica de profesionales en las manos y las ilusiones de los espectadores que luego contemplan las imágenes en un papel o una pantalla?. Afortunadamente no era yo quien fue a hacer ese reportaje de los halcones, porque si llego a serlo me habrían sacado los de seguridad a hostias después de decirles a los gilipollas prohibicionistas lo que pienso, de haber hecho fotos aunque salieran mal sólo para fastidiar y negarme a borrarlas por supuesto y de mandar a tomar por culo a quien dió la absurda orden y registró el paisaje. Es el colmo de la privatización salvaje, pretender que todos los ángulos, las luces naturales o los efectos que un profesional es capaz de usar, los diafragmas o profundidad de campo nítida, la borrosidad con desnfoque u otro medio, el filtrado y la sensibilidad de la cámara y también del visualizador puedan ser "registradas" como una propiedad privada. Menudos hijos de puta los de la ocurrencia y los propietarios de la idea. ¡Maldito sistema capitalista putrefacto y malditos idiotas con pretensiones de forrarse con lo público, el paisaje, el horizonte, las vistas de Madrid. Una cosa es que hagan postales y las vendan y otra que puedan poner un copyrigth sobre un ángulo de Madrid. Las infinitas vistas en su zurrón, como aquella anécdota antigua del niño que no podía llenar su agujero en la arena con las aguas del mar. Estúpidos, estúpidos, estúpidos.

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