martes, agosto 25, 2009

Estaba yo esta mañana haciendo un reportaje en un centro para cocainómanos muy elegante, cuando en el jardín he visto una rosa abierta y encharcada y dentro de la rosa un bellísimo saltamontes verde que parecía de plástico tan brillante como estaba. Y, después de retratar en la estupenda piscina del centro a uno de los pacientes de espaldas, no he podido reprimir mi deseo de esnifarme esa perica tan gustosa (es broma, no he probado eso desde hace por lo menos 20 años).

No hay comentarios: