lunes, octubre 12, 2009


Aunque no soy muy partidiario de poner en mi blog fotos en las que yo mismo salgo: aquí estoy con Laura Restrepo, una antigua amiga revolucionaria, hoy escritora de éxito y a la que no veía desde hace la friolera de 30 años, cuando aún creíamos en utopías de cambio social y nos organizábamos para ello. Y en la de arriba, un grupo de nosotros nuevamente reunidos para tomar una caña con ella con la disculpa de que ha venido a dar una conferencia. ¡Cómo hemos cambiado!. Cheli, Joven, Boinas, Harry, Linus, Luismi, Santi, Marta, Luci, Toñi y los demás. Muchos no pudieron ir o marcharon pronto, otros ya no están entre nosotros. Los demás resistimos con un poco de ética en nuestros trabajos y algunos incluso creen que aún se puede cambiar el mundo. Laura ha presentado recientemente una novela (DEMASIADOS HÉROES)en la que los protagonistas son una madre y su hijo adolescente que vuelven en busca del padre del chico con quien lo tuvo en aquella época y que al separarse crearon un vacío con secuestro del niño incluido que el hoy joven no comprende porque no está al tanto de lo que motivaba aquellas extrañas relaciones mezcladas con política y represión. Ella, antigua revolucionaria del PST argentino(que también fue nuestro partido en España hace 30 años cuando los fascistas de Fuerza Nueva nos mataron a una joven militante de 19 años, Yolanda González, secuestrada en una casa de Aluche adonde había vivido un tiempo la propia Laura al llegar con su compañero argentino huyendo de la dictadura militar de allá, con mi hermano y su esposa y la pareja que formaban la propia Yolanda y Alejandro, hoy profesor en el País Vasco. Ahora no queremos olvidarla porque fue uno de los hitos de la Transición, que permitió desarticular gracias a la enorme campaña que hicimos contra los fascistas a esas organizaciones continuadoras del franquismo más duro y meter en la cárcel a algunos de sus miembros. Pero ella, Yolanda, quedó en el camino y sus asesinos llevan años disfrutando de libertad. Todo ésto puede sonar muy antiguo a los jóvenes que no saben que si tienen democracia y libertades no es porque quisiera el monarca designado por el dictador y cuatro falangistas reconvertidos de pronto en demócratas para pactar con las fuerzas de izquierda en el exilio y los empresarios deseosos de hacer negocios con Europa y América sin ser tachados de fascistoides. Fué porque esos a quienes hoy no se quiere reconocer su esfuerzo (y ahí está esa actitud reaccionaria de los que no reconocen la Ley de Memoria Histórica y la necesidad de enterrar a todos los muertos con dignidad y para ello su exhumación de las cunetas y mataderos masivos) lucharon, penaron y algunos incluso murieron para que ahora este país se llene de aprovechados sin ideología y corruptos miserables a quienes lo único que importa es mirarse su ombligo o su cuenta corriente. ¡Váyanse a tomar por culo, se hagan llamar de izquierdas o derechas, todos esos hijos de puta sin memoria! Todo eso me pone a buscar en Internet y me hace pensar que yo también he escrito muchas páginas sobre eso pero no he sido capaz de darles la forma de una novela, lo que ya va siendo una obligación con mis propios hijos y con la gente que lo vivió conmigo.

1 comentario:

mcarmen dijo...

Quizás deberías escribirla.