jueves, mayo 27, 2010


La realidad es siempre contradictoria. En la calle de Alcalá un mendigo pide junto al ventanal de una cafetería donde unas jóvenes leen el periódico o contestan sus teléfonos. Unos metros más allá (en África podría decirse) una exposición callejera de fotos (luego pondré más) de la africana Angele Etoundi Essamba que llama Desveladas por referirse a las mujeres de ese continente, que son de hecho quienes producen la riqueza del mismo y luchan por sus hijos, está flanqueada por uno de esos hijos negros que llegaron a Europa en patera o cayuco a ganarse la vida y ahora tienen que mendigar con La Farola.

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